«El trabajo espiritual comprometido y serio puede sonar tedioso y exigente para el ego, pero es emocionante para el espíritu, que está ansioso por regresar a casa. La consciencia busca de manera innata su origen. Al hacerlo, encuentra obstáculos que le pueden significar retroceder y esto puede resultar en períodos de reflexión y reorientación. Períodos de resistencia o incluso consternación son normales y deben esperarse. Su resolución es a menudo la consecuencia de la re-contextualización.
Aunque la voluntad y la motivación personales, más la mente y el intelecto, son herramientas sólidas, en sí mismas no tienen la fuerza para desmontar el ego porque son parte integrante de él. Sin embargo, una vez que un buscador se vuelve devoto, la fuerza de la Voluntad espiritual a través de la Presencia del Ser proporciona el poder necesario para la tarea.
El trabajo interno que surge como consecuencia del compromiso con la Iluminación es, a veces, ciertamente difícil o incluso arduo. Aunque esto se debe a la resistencia, la dificultad aparente puede provocar el desaliento o la tentación de abandonar la meta. Esto, sin embargo, también es de esperar y, por lo tanto, simplemente se incluye en el material a procesar.
La observación permite los “insights” consecuentes a la redefinición y re-contextualización. Mientras tanto, se continúa con las prácticas espirituales, como la meditación, la oración, el servicio y las actividades de grupo. El proceso de dejar ir se encuentra con fijaciones internas y adicciones a diversos beneficios y tentaciones del ego. Algunas veces, los períodos de retiro son útiles, y otras veces, la participación activa en actividades espirituales es beneficiosa. Con frecuencia, el obstáculo aparentemente imposible desaparece y se resuelve misteriosa y espontáneamente.»
DAVID HAWKINS
(“Discovery of the Presence of God: Devotional Nonduality” (2006), Chapter 10: Spirituality and the World)
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