La realidad corporal es superlativa a la mental…
Aquello que sucede en el cuerpo es concreto y real. Aquello que sucede en la mente es abstracto e imaginario. Estamos habituados a que las ideas mentales sobre la realidad y sobre las posibilidades de futuro prevalezcan sobre el sentir corporal.
Pero el cuerpo siempre informa lo correcto. No hay errores en la corporalidad. No hay una emoción equivocada en el momento que emerge. No hay una sensación o una percepción sensorial que no sea verdaderamente real. El cuerpo nos vincula con el momento presente de manera completa. Lo que sucede en el cuerpo sucede en que el aquí y ahora. El cuerpo es el aquí y ahora y la información que provee es adecuada y coherente con el mismo.
La mente solamente interpreta el momento presente y de manera subjetiva (cada persona con su propia interpretación). ¿Cómo podemos creer entonces que lo que pienso sobre el momento presente es preeminente al momento presente mismo?
Así comienza la ilusión, el autoengaño, la creación de una “realidad” mental que evita que conectemos con la realidad corporal. Reconectar con el cuerpo, permitirle que viva, emocione, sienta, es la oportunidad maravillosa de saber qué es lo que efectivamente está sucediendo en nuestras vidas.
Hay que tener valentía para dejarse guiar en el momento presente por la realidad corporal.