“Si solo practicas la forma externa del qigong, recibirás mínimos beneficios. Si prácticas junto con tu respiración, recibirás algunos beneficios. Solo si prácticas desde mente-corazón, recibirás los infinitos beneficios que el qigong tiene para darte.” Maestro Wong Kiew Kit.
Muchos años atrás, en mis épocas de clases en el parque, siempre teníamos espectadores. A las personas les agrada mirar la apacible práctica, pausada y armónica en apariencia del qigong o del taichi. ¿Quién no tiene la imagen del maestro chino en una plaza con un montón de gente detrás copiando sus movimientos? La pregunta es ¿realmente sirve esa práctica sin palabras ni explicaciones?
Al inicio sí. Por supuesto que aporta conexión con la naturaleza, concentración en esos movimientos novedosos y desconexión de los problemas e inquietudes del momento. Como dicen los antiguos maestros, esos son los mínimos beneficios. Podemos continuar con esa forma de practicar por años sin que nunca el maestro nos explique o corrija nada. De esa manera, el qigong siempre será un buen momento para la desconexión.
Quienes encuentran cierta curiosidad, sensitividad o matices en sus distintas prácticas comienzan a interesarse por más: quieren saber de qué se trata esto, cómo funciona y cómo puede ser aún mas beneficioso. Para ello, el estudio de la teoría y los fundamentos de la práctica es un complemento valioso y hábil para profundizar.
Pero, la teoría incorporada de manera rígida puede llevar a autoexigencia y disociación. Practicas hacia la imagen que deseas alcanzar en vez de hacerlo hacia la propia realidad y vivencia energética-corporal. Para evitar esa discordancia, los maestros nos hablan de practicar desde la mente-corazón: aprender, estudiar y contrastar con la propia experiencia, crear la sabiduría interior que sustenta tu teoría y tu práctica.
Es un camino para aquellas personas verdaderamente interesadas en el qigong como autoconocimiento, transformación y perfeccionamiento del propio ser. Una perfección que no se compara con expectativas ni visuales de calma, estética o lentitud, sino que se crea desde la propia voluntad de vivir en bienestar, en armonía con la vida y que requiere el tremendo coraje de dejarse afectar y cambiar por la misma práctica de la disciplina. Allí residen los infinitos beneficios: ser uno con el todo y a la vez, ser una misma, habitarse en las propias desarmonías, y entonces, practicar.
“QIGONG: TEORÍA Y AUTODIAGNÓSTICO ENERGÉTICO” es un nuevo curso online orientado a practicantes que desean aprender, comprender y crear su propia práctica. Incluye fundamentos del qigong y de la medicina china respecto a energía y correspondencias emocionales, mentales y corporales de la práctica. Con acceso por tiempo ilimitado para ver y reveer. Accede aquí.