Continuando con esta saga espontánea de lo sin, esta semana exploro qué sentido tiene esto. No es una reflexión nihilista ni tampoco depresiva, es una indagación verdadera hacia la elección consciente sobre lo que tiene o no tiene sentido para mi darle mi tiempo e interés.
Esta semana incorporé la palabra autoevidencia: lograr por uno mismo la certeza clara de la que no se puede dudar. Hay que sentirla… es una cognición sensitiva interior que, tal vez, refleja sentido.
Otra palabra que me gusta usar es encaje, cuando siento en mi interior que hay un encaje entre yo y la acción o entre la sensación y la palabra… ¿para qué intentar lo que no encaja?
Sin sentido, un poema
No sé cómo vivir,
sin embargo lo hago cada día.
Necesito un manual de instrucciones, un mapa
¿cómo saber lo que tiene sentido hacer?
Le pregunto a mi madre si traje un manual cuando nací…
ya sé la respuesta porque yo también soy madre.
La mayoría de las veces no sé qué hacer,
me encantaría que me den indicaciones, que me alivien la tarea
pero mi creatividad pulsa por explorar incluso lo que parece sin sentido.
Entonces me detengo y siento,
busco, en vez de afuera, adentro, qué encaja
qué me enfoca, qué me entusiasma.
Allí donde florezco, no hay mas dudas.
Ese es mi sentido.
Este poema es mío. ¡¿Quién hubiera dicho que también puedo escribir esto?!