Batallo en dedicar tiempo al newsletter hoy. Decidir sobre qué escribir, qué contar o sugerir esta vez me aburre. Mi no-inspiración no viene de la mente en blanco sino de la inmensidad de lo posible. Tantas cosas por hacer, escribir, crear… Tengo que elegir y no elijo esta.
Así y todo, la creatividad y pasión por escribir me hacen escribir de lo que no quiero. Las paradojas de la mente… incluso en la no-inspiración, la hay.
La próxima semana elijo de nuevo.
Con la práctica sucede algo similar, ¿no les parece? Llega un momento en que la encontramos sin buscarla. Aún sin inspiración fluye igual.
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Sin inspiración
Un poema por Robert Roberts
Silencio a las otras voces
mientras caigo víctima del bloqueo del escritor.
Han pasado dos semanas sin inspiración
¿cuándo parará?
Me siento en la noche intentando escribir
pero nada tiene sentido,
así que empiezo una y otra vez
leyendo otros poemas en busca de consejos…
Pero cuando empiezo a escribir, parece plagio
así que empiezo de nuevo.
Al final del día nada cambia:
solo queda un papel vacío
y lleno, el bote de basura.
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