Esta palabra en inglés significa penetración, comprensión profunda, un descubrimiento a partir de algo interno que se rompe entonces permite ver más adentro. Muchas veces quedamos fascinadas por ello.

La fascinación es siempre un estado de la mente de completa atracción por algo o alguien. Atrapa toda nuestra atención por un tiempo y nos lleva a querer compartir ese punto de vista con otras personas, en primer lugar, buscando e interés por lo mismo. Sin embargo, el insight solo tiene sentido dentro del contexto de la propia perspectiva y al verbalizarlo, generalmente, pierde significancia, al observador externo no le parece tan interesante.

Pero, si nos quedamos con el insight en el silencio interno, este se va a desarrollar hacia algo más completo que produzca acciones. La sensación será como la de quedarte con una luz maravillosa toda para ti misma.

¿Qué significaría eso para ti?

El insight salvador

Cuando esta fascinación se combina con la identificación de ser la salvadora, aparece la idea de poder dar ese insight a otros, porque ¡cuán útil sería si todas se dan cuenta de esto mismo! Si avanzamos en esa idea antes de madurar en lo propio nos quedaremos con nada.

Ninguna comprensión o descubrimiento interno es suficiente si no se integra a lo cotidiano en cambios de conductas y nuevas acciones. Esa luz se apaga si no la nutrimos a diario con la práctica y la intención de efectivamente usarla.

Hay muchas causas por las cuales las mujeres creemos que nuestra primordial tarea es la de dar, incluso nuestro camino espiritual a otros. Es interesante preguntarte ¿para qué dar tu espiritualidad a otras? Y ver qué surge de esa indagación, que hay atrás del impulso.

Tal vez, si te quedas con esa comprensión solo para ti y haces de ello un compromiso, tu resonancia y presencia en la vida sea mayor colaboración que si lo abres al mundo cuando apenas es una semilla.